Comienza un nuevo año, y como es muy frecuente viene cargado de buenos propósitos para un buen inicio. Ya sabemos, quien no se ha propuesto dejar de fumar o empezar a hacer algún nuevo deporte, o lo que nos sirva como un estímulo para iniciar una nueva aventura en este año.
También nosotros tenemos nuestros deseos y particular carta a los Reyes Magos de Oriente. Nuestro deseo más grande es poder seguir trabajando como hasta ahora para Castellar y su gente, con la esperanza de empezar a ver un poco más de luz al final de este largo túnel de la crisis que tanto estamos sufriendo. Aunque la sensación de desánimo aquí está, y no resulta fácil. Pero todo indica es que en 2014 puede representar un cambio de tendencia hacia mejor. Y ya va siendo hora de que a todos nos vaya mejor.
Puestos a pedir, sería bueno que ciertas corrientes extremistas que últimamente presiden la vida política catalana vuelvan a su lugar; es decir, a la marginalidad de donde no deberían haber salido, y volver al espíritu constructivo y de diálogo que tanto ha caracterizado al pueblo catalán y que algunos quieren olvidar con demasiada alegría. Que ya son demasiados años juntos como para no buscar primero el que nos une en lugar de profundizar en lo que nos podría separar.
Un último deseo. Estos propósitos pueden ser realidad si todos ponemos de nuestra parte, y en política municipal sería fundamental que nuestro alcalde y su equipo de gobierno se pongan a trabajar en serio. Que se dejen de lanzarse flores a sí mismos para actuaciones superficiales con propuesta catalogo, y se dediquen a pensar realmente en la gente y sus necesidades reales y no lo que ellos nos quieren vender. Es la administración más cercana a la gente y conviene tenerlo muy presente.
En cualquier caso, nuestros mejores deseos para este 2014 recién estrenado. Que sin duda, será el año de la recuperación.
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