¿Tomarán nota?

De todos es sabido que el Gobierno central ha aprobado una línea de créditos para las Administraciones municipales que deben servir para que principalmente los Ayuntamientos paguen a sus proveedores facturas atrasadas, en algunos casos muy atrasadas. Y uno de los beneficiarios va a ser nuestro Ayuntamiento.

No es ahora el momento de hacer sangre sobre el por qué se ha llegado a esta situación, aunque el comentario fácil es que si tú no pagas tus impuestos, al día siguiente te cae el recargo; pero si es el Ayuntamiento quien no te paga, pues tranquilos y a esperar. Tampoco vamos a caer en el aplauso fácil y sacar pecho porque ha sido un Gobierno del PP quien ha tomado esta medida que, sin duda, va a ayudar a que decenas de pequeñas y medianas empresas puedan tomarse un respiro ante la situación actual. Cualquier Gobierno con un mínimo de sensatez habría hecho lo mismo.

Lo que sí debería llamarnos a reflexión es que el Ayuntamiento de Castellar ha reconocido una deuda por estas facturas atrasadas de más de siete millones de euros; más de mil millones de las antiguas pesetas. Insistimos, dejaremos a un lado el por qué de esta situación, pero sí conviene plantearse qué nos deparará el futuro. Con este dinero, que se recibirá en forma de préstamo en condiciones ventajosas, se van a saldar viejas deudas, correcto. Pero surgen dos cuestiones inquietantes: por un lado, debiera servir para que de ahora en adelante empiecen a hacerse las cosas un poco mejor y no demorar los pagos a proveedores y demás servidores más allá de los plazos legalmente establecidos. El toque que se ha recibido es importante, y algunos debieran tomar buena nota.

Pero por otro lado, conviene pensar que se trata de un préstamo, que debe devolverse en un plazo relativamente largo, y que ello supondrá incrementar el gasto municipal en la cuantía que se establezca. Dicho de otro modo, se ha tapado un agujero, pero no se ha acabado con el problema. Si no se lleva a cabo una importante reestructuración del gasto municipal y se tiene en cuenta que eso que había costado tanto pagar deberá hacerse ahora sin miramientos, pues el acreedor no es un pobre particular, no se habrá aprendido nada.

Desde el PP de Castellar estamos dispuestos a colaborar en todo lo que se tercie para reconducir esta situación y que no quede más que el recuerdo de que fue una etapa difícil. Si no se modifican ciertos comportamientos, podemos encontrarnos en poco tiempo peor de cómo estamos.