7 de noviembre de 2014

Maldita Corrupción

En las últimas semanas se están produciendo toda una serie de noticias que sólo cabe calificar de bochornosas. Raro es el día en que cualquier noticiario o periódico no abre su información con casos de lo más variopinto sobre corrupción política en cualquier punto de la geografía española. Cuidado, por si alguno se ha hecho ilusiones: Cataluña también se encuentra salpicada por esta lacra, y en un grado no menor.
Y es que ha llegado a un punto en el que no hay partido político, sindicato, e incluso alguna que otra asociación del más variado pelaje que pueda considerarse completamente libre de culpa. No es el momento de empezar a hacer rankings sobre quién tiene más casos en el juzgado o intentar poner sordina a la situación con un vacío “no es para tanto”. Llevamos demasiado tiempo con esta polémica perfectamente inútil y la ciudadanía empieza a estar harta de semejantes sandeces, además del evidente riesgo que comporta esta actitud de escupir hacia arriba. Ni es el momento tampoco de intentar graduar los casos surgidos para hacer buena corrupción o mala corrupción según quién la hace o cuánto ha mangoneado, pues sería tomar a la gente por estúpida. Estamos hablando de porquería, y discutir sobre cuál huele mejor no esconde lo esencial: que hablamos de basura, y siempre apesta. Por tanto, hay que empezar a dejar algunas cosas claras.
Desde esta formación política expresamos nuestra más enérgica repulsa ante los hechos que se están produciendo, tengan el color que tengan, y reprobamos con toda nuestra energía cuantas personas, bajo las siglas de nuestro partido, se han dedicado a llenarse los bolsillos con total desprecio a los ciudadanos. Porque es igual de reprobable el que se embolsa una “mordida” como el que media para favorecer intereses particulares. Porque no se puede consentir que se juegue con dinero destinado a prestar ayuda a los más necesitados para llenar alguna que otra cuenta en paraísos fiscales. Porque no se puede acudir a motivos patrióticos cuando te han enganchado con la mano en el cajón. En suma, porque quien comete una irregularidad de este calado debe ser repudiado por toda la sociedad aunque pueda resultar doloroso.
Conviene no olvidar que estas prácticas comportan una consecuencia indeseable. Además del surgimiento de salvapatrias oportunistas, planea una sombra de sospecha sobre toda la clase política, lo cual es terriblemente injusto. Por un corrupto que encontremos hay centenares de personas con una trayectoria intachable, lo que significa que ante una manzana podrida debe expulsarse de inmediato, pues de lo contrario sí podría afectar al resto del grupo. Y también puede provocar que se emitan denuncias, muchas veces simples rumores, que después resulten completamente falsas y la persona afectada, cuanto menos, ya ve menoscabada su integridad aunque sea totalmente inocente. Debemos ir con mucho cuidado, pues las condenas de telediario son las peores que hay, y ejemplos los tenemos a montones.
En consecuencia, se ha llegado al momento en el que debe darse el puñetazo en la mesa y decir un clarísimo ¡basta ya! Cada formación política, sindical o de lo que fuere debe hacer examen de conciencia, poner remedio a los casos que se están produciendo o que puedan llegar a venir y decidirse a actuar de una vez por todas con contundencia ante estos actos reprobables, sin preocuparse tanto de quién tiene la iniciativa o menudencias de este tipo. Tantos años ensalzando al sinvergüenza, al aprovechado, al conseguido: en suma, al corrupto, y hemos llegado a esta situación. Todavía se está a tiempo de revertirla; esperemos un arrebato de responsabilidad de quienes rigen nuestros destinos para que esto se produzca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Copyright 2010 - 2011 | Diseñado por: iShelman (Estudios Beta)
Powered by Blogger