Como cada inicio de año ha llegado el mes más duro y ahora la cuesta de
febrero. Ya se sabe, todo sube, los sueldos no llegan, quejas por
doquier y sin soluciones. Y la situación actual no invita precisamente a
la euforia, sino a una mayor contención del presupuesto personal y
familiar.
Y en esta ocasión se nos presenta una sorpresa de lo más desagradable,
preparémonos para una importante subida de impuestos municipales
nuevamente que vamos a empezar a sufrir este año 2013. Las tan conocidas
tasas de Basuras, IBI y Vados van a dejar nuestras finanzas personales
temblando, con una subida nada adecuada a los tiempos que corren. Cuando
se produjo el debate en el pleno de Ordenanzas y Presupuestos
municipales ya lo denunciamos y solo quedo que este partido voto en
contra, ahora vamos a comprobar que nuestras denuncias tenían más
consistencia de la que nos otorgaron.
Desde el principio de esta legislatura el Partido Popular de Castellar
se ha opuesto enérgicamente a la subida de impuestos Municipales ya que
en una situación de crisis prolongada lo que menos debe hacerse a la
ciudadanía es incrementarle la presión sobre sus gastos. Personas que
han visto reducidos sus salarios, que han perdido su empleo, e incluso
que ya no perciben ingreso alguno ven que el equipo de gobierno de
nuestro Ayuntamiento “PSC”, siempre según ellos tan pendiente de los
desfavorecidos, en lugar de ponerse de su lado responde donde más duele:
en el bolsillo. No valen excusas sobre lo que otras administraciones
deciden o hacen; la subida del IBI, por ejemplo, es responsabilidad Municipal, de la misma manera que las ordenanzas fiscales municipales.
Por tanto, empieza a ser hora de decir las cosas por su nombre y entonar
un “Mea culpa” dejando de buscar culpables donde no los hay.
Pero lo peor es que semejante proceder refleja una realidad aún más
preocupante: es el resultado de una errónea forma de gestionar las
cuentas municipales. Algunos siguen sin entender que si hay
desequilibrio en las cuentas debe empezarse por reducir los gastos hasta
donde sea; y sólo en casos extremos debieran subirse impuestos. Por lo
visto es algo que nuestros actuales regidores no han acabado de
entender. Y si entrásemos en cómo se ha llegado a esta situación la
conclusión es todavía peor, ni supieron administrar en época de bonanza,
ni tampoco saben qué hacer en época de crisis.
Nosotros ya advertimos lo que iba a pasar, y así va a ser. Empieza a ser
hora de decir que las cosas pueden hacerse de otra manera, sin que la
ciudadanía acabe siendo la que pague las consecuencias de errores
reiterados desde hace ya tiempo. Lo que conviene preguntarse es hasta
cuándo vamos a soportar esta forma de gobernar con una corporación
municipal tan alejada de la realidad de las personas.
Foto: Josep Graells
8 de febrero de 2013
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