Me dirijo a todos los que juegan con la ciudadanía, a todos aquellos que insultan la inteligencia de los ciudadanos, a aquellos que su prepotencia la escampan en los medios, en definitiva a los corruptos de pensamiento.
Suponemos que la brigada que instala los plafones electorales, no cobra por hacer que estos sean lo más democráticos posibles, y que el ayuntamiento no es responsable de que estos estén limpios de campañas anteriores. Casualmente en las elecciones parlamentarias no se vio ningún cartel de hace cuatro años.
Pero, ¿por que los de Plaza Calissó están girados cabeza abajo y los de la plaza del molino están tan bien puestos?
Como podemos ser democráticos si un cartel del candidato ocupaba en la anterior campaña más del 70% del espacio de un plafón.
Entendemos que si un partido político posteriormente puso el suyo, y tapó al anterior, nadie dijo nada.
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