Siempre se ha dicho que no hay peor enfermo que quien no se quiere
curar. Ya se sabe, es muy cómodo recibir las atenciones de quien te
cuida, y normalmente se ven incrementadas si este enfermo no hace más
que quejarse. Entonces, que viva la enfermedad.
Acabamos de tener un buen ejemplo de cuanto decimos con la reciente
visita del diputado nacional Antonio Gallego a Castellar. Se trataba de
tender puentes con el empresariado local para atender sus inquietudes y,
en la medida de lo posible, buscar soluciones, y la reacción más
evidente ha sido la protesta más absurda y soez por parte de ASEMCA,
totalmente fuera de lugar y de un sectarismo atroz. Sin entrar a valorar
aspectos tangenciales de la reacción de esta asociación, lo triste es
que no hayan aprovechado la visita de alguien que, poco o mucho, algo
puede hacer por ellos, y se hayan dedicado a desbarrar sobre cuestiones
ajenas al mundo de la empresa. De vez en cuando conviene recordar que el
PP, actualmente, es quien gobierna en España, de donde Cataluña y
Castellar siguen formando parte; y que es este partido el que puede
aportar soluciones en base a su mayoría parlamentaria. Despreciar a
quien algo tiene que decir por divergencias ideológicas muestra una
inmadurez democrática preocupante, y más en algunos que ostentan una
representatividad en Castellar.
Pero ello no nos va a impedir seguir en esta línea, sino al contrario.
No nos cansaremos de repetir que nuestro compromiso con Castellar del
Vallés es total, y haremos cuanto esté en nuestra mano para que las
reivindicaciones de nuestra población sean escuchadas allí donde sea
preciso. Por supuesto, que nadie se vaya a pensar que tenemos varitas
mágicas ni chisteras donde van a surgir las soluciones a los problemas
de Castellar, sean de infraestructuras o de servicios; vamos a ser
serios. Pero sí vamos a hablar con quien haga falta para que sepa cuáles
son nuestras carencias y problemas, y en la medida de lo posible sean
atendidas y encaminadas adecuadamente. Por tanto, seguirán viniendo
diputados o quienes sean menester para ayudar a nuestra población.
Quien pretenda despreciar esta colaboración se estará retratando ante
toda la ciudadanía. Acabamos de vivir un caso; no nos podemos volver a
equivocar.
18 de abril de 2013
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